28 de agosto de 2009

La fragilidad de(l) ser amado o los roces exactos.






Te abrías en el cielo a modo de puntual herida. Puede que sea el último viernes de agosto o la ausencia de lluvia. La boca que besaste ya no existe. Pero un poema es algo diferente: amar o poetizar. El dolor de un roce. La lengua que se muerde por miedo o por deseo de alimento. Sin lengua, el silencio se hace cómplice. Susúrrame una canción que te recuerde a mí. La vida es como despertarse a media noche aturdido y confuso, absolutamente estúpido, forzando ojos arruinados para mirar a la soledad de frente. Podría aullar esta noche. Ser amante y cumplir tus voluntades. Pero agosto es un letargo. Se aproximan los síntomas: sudar, insomnio, límites, musgo, frío. Y herrumbre en los labios. Dejemos que se derrame entre nosotros. Estoy aquí sentada viendo cómo pasan las horas. Y los libros ordenados verticalmente, sin moverse, sin moverlos. Intactos. Espantosos remordimientos. Asfixia. Leer sin sentido. Escribir sin sentido. Queda prohibido engañarse.




Caer.

6 comentarios:

Miguel Gómez Losada dijo...

Pasé por aquí ...

Carmen G. de la Cueva dijo...

bienvenido... déjate ver más

Maria dijo...

eso de que agosto es un letargo es bastante bastante acertado, por lo menos hasta los quinces días previos a los exámenes...

Carmen G. de la Cueva dijo...

lo has captado, María! los exámenes... ay! yo empiezo el 4. Suerte!

Anónimo dijo...

Me encanta tu blog. Lo he añadido a la lista de los míos. Me encanta la gente con sensibilidad e imaginación y lo sabe expresar con sencillez y emoción como lo haces tú. Felicidades.

Un beso
joseph b macgregor
(JOsé Antonio Delgado Miranda)

Carmen G. de la Cueva dijo...

jbm, gracias... ahora me paso a verte.