Te abrías en el cielo a modo de puntual herida. Puede que sea el último viernes de agosto o la ausencia de lluvia. La boca que besaste ya no existe. Pero un poema es algo diferente: amar o poetizar. El dolor de un roce. La lengua que se muerde por miedo o por deseo de alimento. Sin lengua, el silencio se hace cómplice. Susúrrame una canción que te recuerde a mí. La vida es como despertarse a media noche aturdido y confuso, absolutamente estúpido, forzando ojos arruinados para mirar a la soledad de frente. Podría aullar esta noche. Ser amante y cumplir tus voluntades. Pero agosto es un letargo. Se aproximan los síntomas: sudar, insomnio, límites, musgo, frío. Y herrumbre en los labios. Dejemos que se derrame entre nosotros. Estoy aquí sentada viendo cómo pasan las horas. Y los libros ordenados verticalmente, sin moverse, sin moverlos. Intactos. Espantosos remordimientos. Asfixia. Leer sin sentido. Escribir sin sentido. Queda prohibido engañarse.
Caer.
6 comentarios:
Pasé por aquí ...
bienvenido... déjate ver más
eso de que agosto es un letargo es bastante bastante acertado, por lo menos hasta los quinces días previos a los exámenes...
lo has captado, María! los exámenes... ay! yo empiezo el 4. Suerte!
Me encanta tu blog. Lo he añadido a la lista de los míos. Me encanta la gente con sensibilidad e imaginación y lo sabe expresar con sencillez y emoción como lo haces tú. Felicidades.
Un beso
joseph b macgregor
(JOsé Antonio Delgado Miranda)
jbm, gracias... ahora me paso a verte.
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