Alguien que es capaz de estirar
sus venas mientras ama,
muere y vence
intermitentemente.
El deseo sobrevuela
la caricia húmeda y
las gaviotas.
Tras de él
el fuego se aviva
y no cesa. Quema.
Donde el poema
no es el mundo
no es la boca
ni los dientes
que muerden mi caída
arrojan la lengua
sobre la furia
hieren el impulso
borran el futuro.
Esta duda de entregarse
vigía
sin saber qué espera al otro lado
asoman
la sombra y el miedo
calle abajo
en un país sin párpados
ni faro.
Quedarse quieto
o despertar
linterna en el abismo.
sus venas mientras ama,
muere y vence
intermitentemente.
El deseo sobrevuela
la caricia húmeda y
las gaviotas.
Tras de él
el fuego se aviva
y no cesa. Quema.
Donde el poema
no es el mundo
no es la boca
ni los dientes
que muerden mi caída
arrojan la lengua
sobre la furia
hieren el impulso
borran el futuro.
Esta duda de entregarse
vigía
sin saber qué espera al otro lado
asoman
la sombra y el miedo
calle abajo
en un país sin párpados
ni faro.
Quedarse quieto
o despertar
linterna en el abismo.
5 comentarios:
sin saber qué espera al otro lado...aunque la entregase niegue bilateral...
Invento respuestas
soy la muchacha ebria
invéntate licores para mí.
Esperas tú. Espero yo. El otro lado es el otro.
el deseo es ciego, poeta en llamas?
Vivir a ciegas para verte mediante el tacto. Me gusta.
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