24 de enero de 2009

Fragmento del último sábado





Sucede un instante mientras la sala permanece vacía. Esta vez no llueve en la calle pero he preferido buscar refugio entre los muros de un museo. Desde que ví esta obra de Juan Genovés no he dejado de imaginarme el vértigo de aquellos años y sus anónimos rostros. Gente corriendo recrea la disolución de una manifestación en la dictadura franquista. Una masa de opresores y oprimidos que corre alejándose -o persiguiendo- la realidad.

Madrid fue mucho más que carretera, fotografías y lluvia. Mis extremos se tocaron de nuevo. Supongo que
las fronteras son inútiles y que no importa lo lejos que estés para sentir las manos del otro.

Siempre en otra ciudad como si no supieras dónde vas a terminar ni empezar. Se acerca la cuenta atrás y aún me quedan cosas que decir antes de cruzar el océano para no volver en seis meses. Si pudiera contar todos los kilómetros que he recorrido...¿serviría de algo? Será que el sueño es fugitivo y siempre hay que salir en su búsqueda.

Prefiero no dejar que el vacío estalle de nuevo.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

pequeña lulu, ya hay novedades en los circulos, que pena no verte por el cangrejo, es mas, no poder conocerte y charlar contigo!!!

besos enormes