6 de septiembre de 2009

Autocompasión o los efectos perversos de Charaudeau


El primer amor es una pequeña locura. La vida es un simulacro. Imposible recordarlo todo. Solamente fragmentos de un todo.

- Voy a suicidarme. Creo que es la mejor opción.
- Anda ya, no empieces con tonterías.
- La vida es una auténtica mierda.
- Qué me vas a contar...
- Nada... ni caso me hagas...
- Pero, ¿qué te pasa?
- Estoy harta de ser pobre, de no saber escribir y de los exámenes. Y de estar sola.
- Puff... ya.
- No me consueles.
- Ya nena, si te entiendo.
- Podría irme mañana a otra ciudad. Encerrarme en una habitación. No hablar con nadie.
- Nena, yo estoy aquí.
- Lo sé. Pero yo voy y vengo, tú vienes y vas, al final duele la distancia, no coincidir nunca en ese punto. Sabemos que estamos pero en el centro hay un mundo y cada una tiene que luchar contra él.
- Pero cuando te fallan tanto, a mí, al menos, deja de importarme.
- Estamos solas en el día a día. Se trata de rebelarse. Pero, ¿cuál es la mejor arma? ¿la ausencia? ¿el reproche? ¿el cinismo? La sinceridad no me funciona...
- Sí, es lo que nos ha tocado. Pero también significa que no nos conformamos con cualquier cosa.
- Ya, pero, ¿por qué sigo ahí?
- Sabes que no necesitamos relaciones intermitentes. No aprendemos nunca.
- Es como si fuera ciega... la verdad no está en lo que digo, sino en el efecto que produce.


No puedo librar una lucha personal. Sí, de vez en cuando, me creo independiente y no percibo a nadie cerca (...) Lo que no excluye, naturalmente, que existan correos, retaguardias, francotiradores y todas las otras gamas y características del arte de la guerra.*


pd


*Kafka



8 comentarios:

el perro dijo...

Jodidamente precioso...

Carmen G. de la Cueva dijo...

sobre todo jodido... :)

Anónimo dijo...

Tengo ganas de escuchar tu gemido deambulando por la habitación vacía.

Dylan Forrester dijo...

Mmm... creo que de vez en cuando solemos naufragar por estas contradicciones kafkianas, de donde es mejor huir con mayor fe y esperanza.

Saludos...

Carmen G. de la Cueva dijo...

contradicciones, exacto. huyamos de ellas... un saludo J.


Asesino, vuelve a mi.

Rubén Darío Carrero dijo...

Cuando alguien se va, alguien queda, es la necesidad común de volver.

No tener dinero es la igualación al mundo.

Lo leí con fruición.

Pd: No sigas los consejos de Kafka, creéme, no te llevan a ningún lugar.

Miguel Rodríguez dijo...

Esas jodidas contradicciones nos sacan filo.

Ya eres espada?

Mueres, defiendes o matas?


Saludos.

Carmen G. de la Cueva dijo...

No mato, defiendo y asesino.

No puedo no leer a Kafka si voy a vivir en su ciudad... sería imperdonable...