3 de marzo de 2009

Todo se incendia



El amor a los hombres la acabaría matando. Ella es insaciable. Posee una soga dispuesta a unir las dos partes del abismo. Pero no sabe cómo cruzar al otro lado. Es peligroso mirar atrás. No puede temblar porque corre el riesgo de caer al vacío. Prohibido detenerse o dudar. Todos quieren lo mismo de ella. Todos con idéntico rostro. Un juego de dos: acoso y derribo. Ella cruzaría el océano por verte. Los versos son la única cura voluntaria.O recluirla en el manicomio. Su mirada es el extremo del ocaso. Tránsito y pérdida. Escribe el vértigo en la pared y no sabe qué color tiene. Desobedece.Repite la misma frase una vez tras otra:



Lulú arde en llamas.

Lulú arde en llamas.

Lulú arde en llamas.









¿Cómo salvarte la vida si no puedo verte?

5 comentarios:

raúl quinto dijo...

lulú incendio, una ducha fría a veces eleva el nivel de las llamas.

un beso grande.

Anónimo dijo...

Locura compartida.

Carmen G. de la Cueva dijo...

locura de no verte
me quemo

y

no llueve
no llueve
no llueve.

Anónimo dijo...

Lulú. Leo lo de que no llueve y algo me remueve el estómago. UN abrazo.

El próximo finde quiero llamar a tu pantalla

Carmen G. de la Cueva dijo...

tarde de domingo rara...

mira tu bandeja de entrada.


Llama pronto.