20 de marzo de 2009

Juliet




Se llama Juliet y quiere ser princesa. Princesa de verdad, de las que salen a la calle a darle mordiscos al mundo. Mordiscos dulces y esponjosos que saben a fresa, bocaditos con dientes de leche. Hoy su mamá cumple 27 años. Juliet tiene 5 y unos profundos ojos que hablan por ella. Vive en la ciudad dragón, el DF. Su mirada es como la fragilidad con alas, el tacto de una mariposa en la piel. Hemos dibujado una casita en un cuaderno de hojas a rayas y platicado levemente sobre mole y tamales dulces. Hemos jugado al escondite en mi habitación y manchado las manos con la tierra de la ventana.


Juliet quiere ser princesa y ocultarse tras las paredes de su castillo invisible donde el miedo no puede alcanzarla. Desde allí oye dormir el mar en caracolas. Su respiración traza surcos en la arena. Cierra los ojos y con sus pestañas dibuja orillas en el sueño.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

espero que las visiones indeseadas no hagan caer sus pestañas

sigo aqui, mi LULÚ

Anónimo dijo...

Es pequeña y es un delirio, como todo lo que es pequeño. Le deseo una larga infancia, un inflamado deseo de ser mejor, de atarse las alas de volar por encima de las nubes, de saber aterrizar cuando el cielo ya no ofrezca ninguna función gratuita....

Anónimo dijo...

Wau! Vaya imagen, tiene un arranque el texto que es gloria. Felicidades!

Carmen G. de la Cueva dijo...

Quién puede resistirse a fotografiar semejante rostro? Fue una hermosa casualidad su visita inesperada a casa...Tiene toda la vida por delante y el caos ante sus ojos. El DF no es la mejor ciudad para crecer pero al menos su instinto de supervivencia será tremendo.

Lo único que importa es que haga lo que haga, sea lo que sea, quiera volar y tenga la oportunidad de hacerlo.

Gracias a los tres por deteneros a mirar qué hay al otro lado del mundo.

Sofia Elena dijo...

Me encanta leerte, es como transportarme al DF otra vez, esencialmente.

Si la vuelves a ver... regálale un libro, para que aprenda a soñar para siempre.

Un beso*

se,

Anónimo dijo...

Esa niña acaba de darme una lección hermosa.

Carmen G. de la Cueva dijo...

Sofía, el DF tiene aún mucho que enseñarme...intentaré poner mis ojos fijos en el ahora y vivir del asombro. Gracias por venir a verme.


Don dediego, ven, ven, ven. Ahora.