Puedes llamarme Lulú y sonreir tras las paredes desnudas de tu refugio
pero mi propio cuerpo es un gemido que deambula por la habitación vacía.
Por las ventanas cerradas los pájaros se obstinan en hablar como peces en un acuario.
Si dejas de mirarme moriré
en este instante
dame la luz y el murmullo de un pequeño sueño
esta noche
y mi boca derivará en ti.
Distraídos de la distracción por la distracción
llenos de fantasías y vacíos de sentido
túmida apatía sin concentración
hombres y trozos de papel llevados en
remolinos por el viento.
Quiero recitar [te]
con luz o con su ausencia
encontrar
la breve trascendencia de los labios en la oscuridad de los pulmones.
Ven a enterrar mis días bajo la cama. La negra distancia que separa [aliento callado y fin que precede al principio.
No sé mucho de mitos pero creo que prefiero olvidar lo que sé y que me enseñes a vivir bajo la lluvia.
Para la mayoría de nosotros la única opción es la búsqueda [o la pérdida.
Quiero fumarme un pitillo.
Dejar que el humo blanco deshaga mis labios. Me queme. Humo rojo. Caliente vaho de los días tristes.
Ven, a salvarme con tu aliento sádico.
Abrázame.
Arde cada ángulo de mi cuerpo. Tu lengua es una intrusa en mi boca.
Entro en ti. Me dirijo al abismo. Te atravieso.
Después de la máscara viene el silencio.
Ven a meter mi cuerpo bajo el agua con tus manos [provocas instantánea transparencia] sólo así recuperaré el equilibrio.
¿Cuántas gotas de ti puede alojar mi cuerpo?
Mírame
Susúrrame
Cántame al oído
Ven
y descendamos para confundir nuestros lenguajes
[nuestras lenguas
no queda más remedio que tocarnos
para entendernos.
Esto no es un poema. No es más que mi voz muda
gritando tu nombre en la noche.
Bebe de mi piel el agua de lluvia.
Sólo juntos podemos renacer
pero las estrellas caen como piedras fugaces sobre mi cuerpo
y no se dónde ir.
Ciega
sin rumbo
sin arena
sin vuelo.
Sin ti.
Imagina que nos bañamos en el mar y al salir pasas tu lengua por mi cuerpo, me besas, te bebes el salitre de mi piel.
Tengo sed.
Dibújame versos en la espalda con tus dedos. Ahoguémonos en saliva.
Ven
y tápame la boca.
3 comentarios:
¿estamos ante el retorno de la mujer infinita?
Voy de camino. Voy a romper el futuro, abrir una herida en su lomo de arena y gravedad.
el final me gustó
saludos
Publicar un comentario