Por primera vez he podido leer
una novela anticipadamente. Y no sé
qué me ha producido más placer: leerla antes de su publicación el próximo 4 de
abril o leerla en sí y sentirme enganchada a la trama durante tres días. Sí. Tres
días para 556 páginas. ¿Conocéis esa sensación de no querer hacer otra cosa más
que leer? Durante todo un fin de semana: de viernes a domingo con mis ojos fijos
en las páginas. Las de Nick y las de Amy. Porque Perdida de Gillian Flynn (Roja & Negra, Mondadori) es una novela que tiene como co-narradores
a los dos miembros de un matrimonio de treintañeros neoyorkinos y escritores.
Sin duda, esto se puede presentar como una novedad para aquellos lectores
adictos al género thriller: ninguno
de ellos es policía ni investigador privado. Son Nick y Amy. La Asombrosa Amy y
el Habilidoso Nick. Una pareja especial y corriente. Un matrimonio entrañable y
tóxico. Así comienza:
Cuando
pienso en mi esposa siempre pienso en su cabeza. Para empezar, en su forma. Lo primero
que vi de ella, la primera vez que la vi, fue la parte trasera de su cráneo. Sus
ángulos tenían algo de adorable. Como un duro y brillante grano de maíz o un
fósil en el lecho de un río. Tenía lo que los victorianos habrían descrito como
“una cabeza elegantemente torneada”. Resultaba bastante fácil imaginar su
calavera.
Reconocería
su cabeza en cualquier parte.
Y
lo que hay en su interior. También pienso en eso: su mente. Su cerebro, con
todos sus recovecos, y sus pensamientos yendo y viniendo por dichos recovecos
como rápidos y frenéticos ciempiés. Como un niño, imagino abriéndole el cráneo,
desenrollando su cerebro y examinándolo cuidadosamente, intentando apresar e
inmovilizar sus ocurrencias. “¿En qué estás pensando, Amy?” La pregunta que más
a menudo he repetido durante nuestro matrimonio, si bien nunca en voz alta,
nunca a la única persona que habría podido responderla. Supongo que son preguntas
que se ciernen como nubes de tormenta sobre todos los matrimonios: “¿Qué estás
pensando? ¿Qué es lo que sientes? ¿Quién eres? ¿Qué nos hemos hecho el uno al
otro? ¿Qué nos haremos?”.
No sé si el tiempo del amor ha
terminado en la literatura. Yo creo que lo que ha terminado es el tiempo del
amor romántico y apasionado. Y ha llegado el momento de dejar paso a los
entresijos de un amor que se extiende por las células de tu cuerpo como un
cáncer. Un amor donde dos personas son capaces de entretejer el odio, las
mentiras, la sangre, el semen, la locura y la redención. El amor es la infinita mutabilidad del mundo.
Asusta. Pensar en todo ello y
leer esta novela como si tú fueras Amy en la primera parte. Y odiar a Nick por
todos sus errores. Como otra pareja cualquiera donde, visto desde fuera, él
siempre es el malo. Y hasta aquí puedo contar. ¿Cómo escribir sobre Perdida sin escribir sobre Perdida? Dos escritores que dejan Nueva
York para mudarse a Missouri donde todo parece ir bien hasta que ella
desaparece la mañana de su quinto aniversario de boda. La he leído en un fin de
semana de temblores y escalofríos en mi propia relación. Sintiéndome igual de infinitamente
mutable que la propia novela. Pero no soy Amy. Ni M. es Nick. Nuestro amor es
más corriente, más sencillo, podría llegar a decir que hasta más aburrido. Y
así lo prefiero. Un amor mutable y sencillo sin mentiras ni manipulaciones más
allá de las justas. Un amor intenso, pero no punzante ni doloroso como el de
Nick y Amy.
No sabía nada de Flynn hasta
hace muy poco. Ni de sus libros ni de su vida. Espero que sea feliz en su
matrimonio y que su marido no la tema cuando duerma a su lado por las noches.
Espero que su marido no sienta el mínimo interés por la forma de su cabeza, su cabeza elegantemente torneada ni por su
calavera. Lo que me gustaría es leer los otros dos libros de esta maravillosa
escritora que ha conseguido engancharme y asustarme, envenenarme e inquietarme
por mi propio amor.
Perdida es
una novela de género, pero también una novela literaria, muy bien escrita. Una novela sobre la familia y lo
cotidiano. Flynn ha cogido entre sus manos a una pareja cualquiera y la ha
diseccionado hasta encontrar el origen del temblor. Las raíces de ese amor de
doble filo. Flynn ha escrito sobre cómo
el matrimonio es algo peligroso, porque estás unida a alguien que sabe a la
perfección cómo presionar cada uno de sus botones y para qué sirve y qué activa
cada uno de ellos y que, por eso, de proponérselo, puede llegar a hacerte mucho
daño.
Leed Perdida como si vieseis una película de Hitchcock que no hubieseis
visto jamás. Una película co-dirigida por Woody Allen y Hitchcock sobre el amor
y sus síntomas más nocivos. Un libro que describe la oscuridad que se cierne
sobre una pareja cualquiera que, aparentemente, se ama.
2 comentarios:
Hola, descubrí algunos de tus poemas en la antología "La vida por delante" y aterricé en este lugar, donde me quedo con tu permiso.
Un saludo desde mi paracaídas ardiendo.
Bienvenido, Rafael. Puedes quedarte todo el tiempo que quieras...
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