24 de mayo de 2012

Viajar con libros




Siempre viajo con libros, incluso si se trata de viajes cortos. Al momento de hacer el equipaje los elijo de forma más bien impulsiva, pero probablemente haya una lógica en esas decisiones. Suelo llevar, por ejemplo, dos o tres novelas cuya compañía me resulta necesaria. Es absurdo, es romántico, pero no puedo evitarlo: simplemente me siento más seguro rodeado de esas dos o tres novelas que he leído muchas veces y que siempre tengo cerca. Pienso que viajar sin ellas sería peligroso [...]


No deberíamos viajar con libros, porque ocupan el sitio de un segundo par de zapatos y en todo viaje hay un momento en que echamos enormemente de menos un segundo par de zapatos. No deberíamos viajar con libros, además, porque en los viajes siempre acabamos llenándonos de más libros. Sospecho que para eso es la segunda cama. Al principio no lo entendemos: llegamos a esos hoteles pequeños y oscuros y al entrar en la habitación pensamos que en lugar de dos camas estrechas podría habernos tocado una sola cama más espaciosa. Pero luego comprendemos que la segunda cama es para poner ahí los libros nuevos que vamos sumando. 


No leer, ZAMBRA

1 comentario:

Teyalmendras dijo...

Yo he viajado en tus palabras, sobre el lomo de tus libros.

genial,

saludos almendrados ;)