2 de febrero de 2010

De un periódico doblado, de las cenizas frías, del papel con un apunte



Hoy soy una caníbal hambrienta. Guardo la visión más intensa de un futuro contingente. Giran las ciudades y las islas son devoradas por mares cada vez más agresivos. Siento vértigo. De no escribir. De no leer todo lo que cae en mis manos. El mañana no es una medida. Qué camino seguir. Qué ciudad será la siguiente. Y en mi cabeza la salvaje teoría que me lleva a NY. Que me empuja a cruzar otra vez el Atlántico. Hoy no hay heridas ni amores desbocados ni versos. Hay miedo. Locura. Nada. Quizás esté dormida. Dormida mientras todos despiertan. Ser mujer y pájaro. Crecer de las cenizas y las manchas de tinta en los dedos. Por qué escribir. Por necesidad. Olvidar el futuro que no existe. Hay versos que ya no salen de mi boca. Tanto hielo. Tantas islas. El futuro es el objeto de la muerte. El futuro encerrado en una jaula. Respirar. Caminar. Articular ingenuos discursos. Vivir por última vez.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Eres genial, una gran escritora, y te quiero mucho.

Saludos,

TC

Lara dijo...

o por vez primera

cada vez que escribas

y que leas

Carmen G. de la Cueva dijo...

exacto

Siempre en prueba dijo...

Qué escritura precisa...
Primera vez que visito tu blog...
El texto me tocó el alma...
Me identifico con todo, pero, especialmente con:
"Siento vértigo. De no escribir. De no leer todo lo que cae en mis manos. El mañana no es una medida".

tournesols dijo...

Hmmm. Hambre. Me gusta.

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