4 de abril de 2009

Cultivadora de vértigo

Se fuga la isla
Y la muchacha vuelve a escalar el viento
y a descubrir la muerte del pájaro profeta
Ahora
es el fuego sometido
Ahora
es la carne
la hoja
la piedra
perdidos en la fuente del tormento
como el navegante en el horror de la civilación
que purifica la caída de la noche
Ahora
la muchacha halla la máscara del infinito
y rompe el muro de la poesía.


Salvación, Alejandra Pizarnik








Atravieso la posibilidad de un abismo donde la luz hiere al miedo y la sombra fenece. Saber del error de los imanes y querer morder tu fruta de piel dulce. Estremecida mi carne, sólo queda existir porque tú me miras. Habitarte por dentro y devorar las fronteras invisibles. El juego de hacer versos con vocación de amarte. Ser llama y gemido sobre tu espalda. Toca pues, más lento y más profundo la extensión del sueño. Huir hacia el vértigo y amar todas las pérdidas.

5 comentarios:

dediego dijo...

Acabo de convertirme en un detective salvaje.

¿Romperé la pecera?

costa sin mar dijo...

por qué en la etiqueta dice gamoneda?
amar todas las pérdidas, doloroso, man

Anónimo dijo...

Sé llama y gemido. Llama de las que arrasan los bosques. Gemido de los que atoran el tímpano.

Me has hecho pirómano y grillo.

dediego dijo...

Volveremos juntos. Lo sabes. Lo sé. Tal vez la gente cuelga macetas y flores por eso.

Carmen G. de la Cueva dijo...

"Tropezando con mi rostro distinto de cada día. ¡Asesinado por el cielo!"

F.G.L.